Stuck In The Past


Capítulo 14


Después de un fin de semana tranquilo, era preciso volver al trabajo. Mierda. Suspiro y bajo del auto de Justin, lo despido con un último beso enviado a distancia y me doy la media vuelta para caminar con rapidez hacia el edificio. Quisiera tener la respuesta a la pregunta que ha circulado mi mente durante todo este tiempo. ¿Y si resulto ganadora? Sé que suena algo adelantado, dado a que no tengo ninguna idea concreta, a no ser que a Marco y a mi compañera Linda se les haya ocurrido algo nuevo en el fin de semana. Esperamos que sea así, ya que mi idea fue un verdadero asco. Pensándolo bien, esa pradera sería buena para mí, para mis gustos, pero para alguien más… tal vez suena aburrido. Tengo que buscar otro lugar si es que la opinión de mi equipo es que me he fijado en el concepto erróneo. 
Llego a la oficina que nos cedieron para trabajar sin interrupciones y me siento frente a la PC rápidamente. Marco alza la vista desde su portátil, y me sonríe. Le devuelvo la sonrisa fugazmente y me pongo a teclear nuevas ideas. Aunque no muy buenas. ¿Y Linda?  Miro el reloj del ordenador y vuelvo a alzar la mirada hacia Marco. Absorto en el trabajo. Me levanto y me coloco detrás suyo para ver en qué trabaja. Son mis fotos. Les pone filtros, eslóganes, photoshop de aquí para allá y hasta le gustaron las de Justin. 


—Dime… ¿Éstas son las fotos que vamos a usar? —Pregunto jugando a tronar los dedos de mis manos. —Bueno… aparte de eso… ¿tuviste alguna idea? No se me hace muy relevante ¿sabes?
—Es bueno. —Asiente Marco dejando por un momento la computadora. —Tengo que estirar los pies. Llamaré a Linda para que nos envíe su propuesta. La tenía lista, pero su madre enfermó anoche. 
—Oh, vale. Yo me quedo buscando nuevas ideas. —Digo no muy motivada. Espero a que Marco se vaya y suspiro pesadamente. Maldito lunes. —


***


Espero en la mesa del salón de pool, tomo un taco y comienzo a jugar solo. Casi no hay personas a esta hora, y las que hay, solo vienen a tomarse un trago de resignación por ser lunes. Miro el reloj de la pared y continúo jugando hasta que alguien me toma del hombro. Me vuelvo y veo a Taylor dedicándome media sonrisa. 
Taylor es algo así como un cómplice secreto. Es amigo de Jackson, pero me informa sobre todos sus movimientos. Ahora no hay mucho, pero es porque está en la cárcel. Pido una cerveza para Taylor y comenzamos a jugar sin decir nada. Nunca vamos directamente al grano. Siempre tiene que haber un juego de por medio. Ya sea de apuestas, o solo por simple y sana diversión. Alzo la vista y asiento, cuando la poca gente que quedaba, está absorta en su bebida, o mirando el resumen de deportes en la TV gigante de la esquina. 


***


Ambos se sientan en una mesa cercana. Observa a Taylor. Intenta averiguar que es lo que pasa ahora. Solo que parece que su semblante es más o menos preocupado. ¿Habrá algo lo suficientemente malo como para ver al viejo Taylor de esa manera?
Intenta romper el hielo golpeando el salero con sus dedos. Lo mira fijamente, y luego a su amigo. Tiene que ir al grano esta vez.


—¿Cómo está la ley ahora? —Pregunto después de un enorme trago a mi cerveza. —Jackson ha dicho algo… ¿o no?
—Ha hablado solo mierdas de ti en la prisión, solo porque cuando llegues, él quiere que todos te odien. —Taylor toma un sobre de azúcar de la mesa y lo abre con sus dedos largos y morenos. —Dice que has violado chicas. Que has raptado niños y que se los has dado a contactos ilegales para venderlos.
—Ni siquiera él mismo se cree lo que dice. —Niega Jason McCann con un aire divertido en su engañoso semblante. —Ese hijo de puta lo único que consigue es más odio de todos lados. Él no fue inteligente. Yo lo soy. Él no planeó bien sus jugadas. Yo voy un paso adelante. Y aunque lo sueñe… nunca me atraparán.
—Mataste a Lorraine. —Le recuerda Taylor. —McCann, ahora tienes qué pensar bien cómo harás para zafarte. No te tienen en los registros, pero eso no impide que te llamen a una auditoría, entrevista, o detector de mentiras.
—¿No recuerdas cuántas veces me he zafado de esto?
—Christopher habló. —Suelta Taylor impacientemente. —Le dijo a la policía que tú fuiste el último que tuvo una relación sentimental con Lorraine, y que tenías motivos para asesinarla. Por tu antigua rivalidad con Joe. 


El rostro de Justin/Jason se tensa. Su frente se arruga y su mirada se vuelve más dura. Más rudo. Peligroso. Mortal. Sabe exactamente que Chritopher era confiable, según él. Pero ahora se da cuenta de que no es nada más que un estúpido. Un hijo de perra. Termina su trago y pide algo más fuerte. Se lo empina de un trago y mira a Taylor con ojos rojos con una extraña mezcla de rabia y algo más fuerte. 


—Ese traidor me las va a pagar Taylor. —Espeta con voz ronca. Enciende un cigarrillo y saca el humo. —Lo voy a matar. Lo tengo que matar.
—Hazlo imbécil. A ver cuántos días extra te refunden en la cárcel por eso. —Lo regaña Taylor, pero al mismo tiempo intenta calmarlo. —Sabes que debes mantenerte al margen. Hasta pareces nuevo, caray. 
—No puedo quedarme con los putos brazos cruzados viendo cómo me traiciona un miembro de mi equipo que conocía desde hace tiempo… confiaba en él, por la puta.
—No es solo él.
—¿Qué quieres decir?
—Es todo tu equipo.



***


Apenas logré articular palabra alguna. Pedí otro trago después de que se fue Taylor y sentí mi cabeza explotar. No sabía si era estrés o tal vez otras mierdas que rondaban por mi mente. Por lo principal, ahora sé que toda mi puta camada está traicionándome. El buen Jace se ha mantenido fuera del complot, sino me sentiría más mierda. 
Todos planean entregarme en la próxima carrera. Donde yo estoy invitado. Armarán un alboroto y me culparán a mí de todo. Más maricas no pueden ser. Ni siquiera me acusan sobre el hecho en sí. Sino que causan otra revuelta de “coincidencia”. ¿Qué hago? Por una parte puedo entregarme y pagar por todo. El asunto es que no quiero. Nadie quiere pasar el resto de su vida pudriéndose en una celda. 
Tampoco puedo huir. Sería egoísta ahora que _______ se encuentra estable. Es curioso… ella es la única cuerda en este manicomio y me estoy viendo forzado a llevarla conmigo en lo que estoy metido. Tengo mierda hasta la frente. Me siento miserable. Mis camaradas… mis compañeros con los que convivía me han delatado. Me delatarán. No puedo dejar que eso pase. 
Después de pensar tanto en una solución. Se me ocurrió una que no me puede fallar. Pero implica sacrificios. Es la mejor, y la que más hará daño. Pero tengo que hacerlo. Es la única manera efectiva de deshacerme de todo. Quedaré libre. Quedaré sin alguna culpa, o remordimiento…
Pero implica renunciar a ________.


***


Cuando voy por ella al trabajo, me he dado una ducha con agua helada y he comido algo, intentando que se bajen estas copas de más que me he tomado. Solo queda un poco, lo suficiente para ser valiente… o cobarde y lograr mi cometido. Soy un estúpido. 
La miro correr a mi auto. Sube y me recibe con un beso, como solo ella sabe darlos. Envidio su plenitud y felicidad. Me siento tan culpable… pero no quiero arrastrarla conmigo a todo esto. Ella se merece estar tranquila una vez en su vida. Y la única forma de hacerlo es estúpida. La tengo que dejar. Todo con tal de que esté bien.
Porque la amo.

Llegamos a casa y no le permito hablar sobre nada. La llevo a mi habitación y comienzo a besarla lentamente. Mis manos bajan a su cintura y por debajo de su blusa. Ella se quita sus zapatos altos, y se queda de la altura tierna y pequeña que siempre ha sido. Se para de puntillas para besarme. Toco su trasero mientras muerdo sus labios. Beso su boca, la saboreo, meto mi lengua, la aprieto contra mí. Pues se que es la última vez que le hago el amor. Arranco su ropa tan rápido, que ni yo me doy cuenta cuando ambos estamos en la cama. 
Entro en ella rápido, y escucho un sollozo. Sus uñas arañan mi piel mientras la follo con fuerza. Cada vez mas aumento mi ritmo. Arquea su espalda y hace que sus pechos rocen con mi piel. Gimo antes de besar su barbilla, y continúo haciéndola mía de nuevo. 


—Te amo preciosa. —Le confieso al sentir su orgasmo. —Una vez más para mí, por favor.
—Ah, Justin… —Gime mientras acaricio su frente sudorosa. —


Esta vez llego primero. Segundos después ella me acompaña. Beso su cuello lentamente, por mientras de que nuestras respiraciones vuelvan a la normalidad. La abrazo con tal fuerza, que me prometo no lastimarla, sabiendo que esa promesa la tengo que romper por nuestro bien. La amo. No quisiera hacerle daño. No puedo. 


—Creo que mejoró radicalmente mi lunes. —Comenta con voz perezosa cuando recorro la piel de su cintura con mis dedos. —¡Esto debería de volverse una tradición!
—Oh, si. Debería… —Le sigo el juego a la vez que la beso de nuevo. —Pero no es así de fácil pequeña. Daría todo porque fuera así.
—¿Pasa algo? —Se vuelve hacia mí, escrutándome con cuidado. —Sabes que puedes contarme lo que sea. Lo que quieras.
—¿Tienes mucho trabajo? —Le corto el rollo rápidamente, intentando no llegar al punto en este momento. —Podrías dormir un poco. Te noto cansada.
—La verdad es que no dormí bien ayer… solo será unos minutos. No quiero perderme toda la tarde. Quiero platicar contigo.
—Duerme un poco. —Le susurro en su cuello y lo beso lentamente. Mi estómago da un triple salto mortal. —Descansa, estaremos bien.
—Está bien, solo un momento.
—Te amo demasiado. Nunca lo olvides.
—Nunca lo haré.
—Dime que me amas ________. —Le ordeno casi sin voz cuando ella cierra los ojos, intentando relajarse. —Por favor.
—Te amo… —Contesta adormilada. —Te amo más que a nadie.


***


Querida _______:
Te escribo esta carta para pedir disculpas, y para disculparme por ser un hijo de puta y dejarte así. No lo mereces, mi amor. Pero menos mereces sufrir con alguien como yo. No te convengo. De verdad estás mejor ahora que yo me voy.
No pienses que no te amo. Si no lo hiciera, no me importaría tu bienestar y te hubiera arrastrado conmigo hacia el puto infierno en el que vivo en secreto desde que llegaste a mi vida. No te mereces nada de lo que te estaba haciendo creer. 
Soy una mala persona. 
Soy un peligro para ti.
Así que he decidido que es mejor retirarme. Tengo que solucionar todos estos problemas antes de poder pensar en algún futuro. No te pido que te vayas. Quédate aquí, realiza tu trabajo, concéntrate. Sé que se puede. Sé que tú puedes. Demuéstrame que soy un cobarde. 
Tú eres más valiente que yo en muchos sentidos ¿sabes? Pudiste salir de un problema que llevabas cargando desde hace tiempo, y yo no estuve ahí para apoyarte. Simplemente no es justo que tú me apoyes en algo que es más grave. No entiendo porqué estás conmigo a éste punto de conocer mis sombras oscuras. Los que las conocen se alejan.
Mis amigos me han traicionado. Me están buscando por asesinar a una chica. Tengo que buscar tiempo para pensar en qué mierda voy a hacer para compensarte nena. Aunque nada en el entero mundo va a compensar el peligro en el que te he metido. Lo siento. De verdad lo siento. Aunque ahora más que nunca estoy de acuerdo a que no me creerás nada. No te culpo. Pero lo que te dije antes de que te quedaras dormida es cierto.
Te amo demasiado. 
Nunca lo olvides.


***


Dejo la carta en el buró de mi habitación, donde _______ aún duerme desnuda y envuelta por las sábanas. Me acerco, y bajo mi maleta al piso con cuidado para no hacer ruido. Quito cabello de su frente y la beso. Aprieto lo ojos con fuerza, intentando no llorar. Aún así, dos lágrimas rebeldes han salido. Mi ______. Mi amor. Espero volverte a ver algún día.

Salgo de la habitación… de la casa… de la zona. Manejando con un puto nudo en la garganta que no había sentido nunca. ¿Qué tal si regreso, quemo la carta y me recuesto a su lado? Haré como si no hubiera pasado nada, y por supuesto, haré que esté a salvo. 
¿Cuándo fue la última vez que prometí eso? Vale… ella salió lastimada la última vez que le prometí que no dejaría que nada le pasara. No puedo regresar. Debo dejarla antes de que se metan con ella de nuevo. 
Llamo a mi único contacto confiable. Addy. Espero a que conteste y cuando escucho su voz, comienzo a querer llorar de nuevo y no sé siquiera porqué. Todo me recuerda a ________. Addy es su mejor amiga.


—Está oscureciendo Justin. ¿Qué pasa? —Pregunta ella con voz algo ronca. —Lamento mi voz de hombre. He pescado un resfriado.
—Está bien Ad’s. —Suspiro. —Ve a casa por favor… _______ te va a necesitar.
—¿A dónde vas tú? —Me pregunta al instante. —
—Por favor… ve Addy. —Insisto. —Te prometo que te diré dónde estoy. Pero ve con ella ahora, no puedo hablar voy por carretera.


No me despido y cuelgo. Me concentro en conducir hacia las carreras. Tengo que ajustar cuentas antes de irme. Conduzco rápido y llego rápidamente. Voy hacia el asiento de atrás cuando ya aparqué el auto, y me saco la camisa aventándola al suelo del auto. Tomo mi chaqueta de piel, mis lentes oscuros y enciendo un cigarrillo. Cierro el auto, pero no le pongo seguro. Necesitaré rapidez. 
Camino como sin nada hacia donde hay un grupo de chicos armando escándalo con una motocicleta. En cuanto me ven, saludan, con respeto. Con miedo. Nunca los he visto, pero les dedico una media sonrisa torcida. Ellos no saben nada. Se ven muy inexpertos. Es la primera vez que vienen.
Al fondo veo una chica conocida. Darcy, mueve su cabello hacia un lado, y se pueden notar sus nuevos tonos más claros. En cuanto me ve, se baja de las gradas, y corre hacia mí. me saluda y me mira de arriba abajo. 


—Viejo McCann. —Sonríe. —Todo va bien. Supongo que nada inusual. Pero vete por favor… ellos…
—Taylor ya habló conmigo. —Sonrío falsamente hacia mi amiga. —Nena, a eso vine. A divertirme un poco con mí equipo. ¿Qué esperabas?
—Como quieras. Sabes que estoy de tu lado. Taylor lo dijo ¿no?
—Jace y tú son la mierda Darcy. ¿Jace no vino cierto?
—Tenía una reunión con amigos de la universidad. —Darcy parece casi orgullosa de dos cosas: De que Jace no esté aquí, y de que yo haya vuelto a la actitud fría y calculadora que era antes. —En cuento escuche algo, te mantendré informado. 
—Mensaje de texto. —Musito antes de irme en busca de mi venganza. —


Hasta ahora todo pinta bien. La primera carrera salió, y Christopher, Matt y lo demás actúan como si no mataran a una puta mosca. Cuando me vieron llegar y les acepté una cerveza, un cigarrillo y una pequeña bolsa con cocaína, se quedaron extrañados. Guardé la bolsa pequeña en mis pantalones y le di un trago a mi botella. Aposté un poco y me decidí a correr. Una pequeña idea.
Texto a Darcy: “Nena, hoy vamos a correr. Ven a la pista ya.” 
Cuando la vi llegar con lavandera llegó nostalgia. Subí al auto que me ha prestado un novato (solo le dije mi nombre y me llamó “leyenda”) Darcy subió conmigo y tomó entre sus manos la bandera negra. Pero al  instante me miró extraño. Suspiro pesadamente y saco la bolsita con el polvo blanco. Ella niega con la cabeza. 
Estoy orgulloso. 


—Cuando estés arriba, míralos a todos. Solo míralos. Si hay algo inusual, hondeas la bandera. ¿Entiendes?


Ella asiente y se sienta en el respaldo del asiento. Las luces comienzan a moverse en indicación de “preparados…” tiro mi cigarrillo y me acomodo en mi asiento. Mirando a todos lados y tomando el volante con mis manos, apretándolo fuerte. “Listos….” Sonrío seguro de mi triunfo.
Fuera.
Este puto motor es un guerrero. Ruge salvajemente, y piso el acelerador. Darcy se levanta y extiendo la venderá justo encima de su cabeza para poder ver. 
Observo solo el frente del camino. Desquitándome con el pobre acelerador. Siento que entre más rápido voy, menos problemas voy a tener. Increíblemente libre. Jodidamente satisfecho. Pasamos la línea de meta primero. Darcy grita, sabiendo que lo está disfrutando. Última vez “como los viejos tiempos”. Ya no volverán. Estoy seguro. 
Ambos nos apeamos del auto, y levanto mis brazos, triunfante hacia el público. Todos gritan eufóricos y las chicas aún tienen esperanzas a que las lleve a un paseo. Estoy a punto de darme la media vuelta, pero veo a _______ en el público. Inmóvil y en estado de shock. ¿Qué mierda…? No puede estar aquí. No puede. Esto va a ser una jodida carnicería en minutos.


—Ellos ya no están. —Dice Darcy preocupada. —Será mejor que la corras rápido. Si no, va a salir lastimada.


Tomo su hombro y asiento. Salgo hacia el público, tomo el dinero de las apuestas y corro hacia donde está ella. Pero se echa acorrer hacia la salida. La sigo por el estacionamiento, ella grita un poco, pero la tomo de la cintura y la alzo sobre mis hombros. Sigue gritando. Corro hacia aquel maizal oscuro, en el cual la perseguí meses atrás. Cuando me temía.
La bajé, pero no la solté. La tomé de los hombros e hice que se hincara conmigo, para mantenernos ocultos. 


—¿Qué estás haciendo? ¿Esa puta carta de qué se trataba? —Está tan molesta, que casi no la reconozco. —Sé un hombre y dime lo que quieres en la cara ¿vale? No mandes a Addy para que intente decirme lo que tú no puedes. 
—________ tienes que irte. Te prometo que te explicaré todo luego. Aquí corres peligro.
—Ya no te puedo creer nada Justin. —Espeta. —O me explicas ahora, o te hago caso y me desaparezco. ¿Qué es eso de que mataste a alguien? ¿Te inculparon? Eres inocente…
—___________. —Antes de decirle la verdad, la tomo del rostro y la beso. —


Al principio se resiste. Pero luego se rinde en mis labios. La abrazo con fuerza y acaricio su cabello. El beso más apasionado que pude darle. No quiero que lo olvide. No quiero que no sepa que la amo de verdad. Gime en mis labios, pero sé que es de llanto. Puedo sentir sus lágrimas en mi piel.  Al separarnos, me abraza con fuerza.


—¿Mataste a alguien? —Me pregunta, temblando en mis brazos. —
—Lorraine. Liz McLaren. —Digo con la voz seca. —Una bocona.


Me mira. Sus ojos llorosos llenos de miedo me lastiman. Se suelta de mi agarre y se levanta. Yo lo hago con ella, intentando sostener su mano. Pero ella no se deja. Solo dice “no” con la cabeza repetidas veces. Se cubre los labios con las manos y comienza a llorar antes de echarse a correr.


—_________, no. —La detengo fuertemente. —Mi amor, entiende. Fue hace mucho. Me detestabas en ese entonces.
—Me mentiste.
—Te dije que había matado antes…
—Dijiste que me amabas. Que me cuidarías. —reclama. —¿Esto es protección? ¿Esto es amor Justin?
—Lo es, por eso me voy. No quiero arrastrarte conmigo a esto, ¡entiende de una jodida vez!


Disparos y una fuerte explosión resuenan detrás de nosotros. Nos volvemos hacia allá y solo vemos humo saliendo de la pista de carreras. Tomo a ______ en mis brazos caemos al suelo. 


—No te vayas a mover de aquí. Olvide lo demás y confía en mí. Volveré por ti. Lo prometo. —Y la beso rápidamente, antes de verla asentir con miedo y lágrimas, y me encamino hacia la pista. —Cuentas pendientes a punto de saldarse. 



-------------------------


¿Qué les pareció? A mi me pareció muy bueno,
muy cambiante, ah.
Giro dramático. 

Canción apta para leerlo: Monster - Paramore


Falta poco para las vacaciones,
espero subir maratón pronto. Se lo merecen. :)

#MuchLove #AbrazosVirtuales 


*PRIMERA TEMPORADA (Stuck In The Reality) AQUÍ: http://twitpic.com/dhdwej 
*Si cambias de username avísame por favor.
*Si no te avisé, o lo hice dos veces, regañame.
*Amo que comentes. ;)
*#NL si eres nueva y quieres que te avise. 

Mafer.